LA LENGUA
Sabino Pérez Ramírez*

Un día se dio
cuenta que no tenía huesos, y le nació la curiosidad de saber por qué. Desde
ese momento emprendió una exhaustiva investigación para descubrir el motivo de
su flexibilidad. Preguntó a la flora y a la fauna, pero nadie supo darle una respuesta
satisfactoria. Fue más allá de la imaginable y sembró la duda entre su especie.

Fue así como
preguntó al viento, a los astros…y a los dioses, pero nadie le dio respuesta.
Cuando preguntó a la muerte…guardó silencio.
*Tuxtepecano, Oaxaqueño, Pescador, promotor cultural, escritor, Presidente de la Asociación Cultural El Famenco e integrante del Centro para el Desarrollo de las Inteligencias Múltiples, CDEIM.